Acabo de llegar a casa y ya echo de menos Dubai. Añoro la tranquilidad, la felicidad y las risas constantes, el calor, el sol, la playa, el atardecer…
Mis últimas y únicas vacaciones junto a mi marido fueron en Bora-Bora en nuestra luna de miel. No hemos vuelto a tener la oportunidad de viajar juntos por placer ya que el trabajo y otras circunstancias lo impedían. También es cierto que nuestro viaje a Los Ángeles para arrancar con el proceso de gestación subrogada, lo convertimos en unos días maravillosos.
Hace dos semanas se nos presentó la oportunidad de viajar, y sin pensarlo, decidimos acudir a un sitio bonito, relajante y por supuesto con mucho calor, ya que donde vivimos, Rusia, hace bastante frío durante todo el año. Si tengo que definir estas mini vacaciones en una palabra, sería la siguiente: INOLVIDABLES.
Tengo varios motivos:
En primer lugar, la compañía. Es imprescindible ir con una persona que te haga pasar los días de la mejor manera. Mi marido y mejor amigo a la vez, ha hecho que cuatro simples días se hayan convertido en un recuerdo inmejorable.
Tampoco lo olvidaré porque las próximas vacaciones seremos uno más, nuestra pequeña Shaila nos acompañará y será el detonante de nuestra plena felicidad.
¡¡¡Estamos ansiosos!!!
Nunca podré olvidar las preciosas playas, edificios espectaculares, vistas de asombro, espectáculos en plena calle, el lugar donde más calor he pasado, la gastronomía deliciosa y una cultura que me gustó mucho conocer y vivir. Creo que con estos motivos es suficiente para nunca olvidar este maravilloso viaje.
Ahora, como siempre, comparto con vosotros cada día vivido. Os he ido mostrando algunas cositas a través de las redes sociales, pero sé que os gustan mucho las fotos y como vuestros deseos son órdenes….
¡Aquí están!
Hotel y playa.
Atardeceres impresionantes.
Los entrenamientos con vistas tan preciosas son mucho mejores.
Hora de irse a cenar y conocer la ciudad.
Más cenas y paseos agradables, visita al edificio más grande del mundo Burj Khalifa y también un espectáculo de agua en plena calle.
No puede faltar la marcha…
La próxima vez escribiré junto a ella su nombre, mientras tanto te pienso cada segundo de mi día a día. Te amamos hija.
Gracias por estar ahí familia.
¡OS QUIERO!